Los bebés pasan
nueve meses en el útero de su mamá, en un ambiento cálido, mecidos,
alimentados 24h, escuchando el corazón de su mamita, de repente empieza
el parto… un torbellino de empujones, de emociones...., el paso de la vida acuática a la vida aérea, empezar a respirar, adaptar la temperatura.... el bebé necesita el
cuerpo de su mamá desde el momento de nacer, el primer año de vida
necesita más contacto que cualquier otro momento de su vida, estar en
brazos de mamá, mecido, acunado, cerca de la teta y del corazón, el
balanceo estimula el desarrollo neurológico, un bebé tranquilo en brazos
se siente amado, seguro y en confort, los portabebés nos facilitan la
tarea (no tenemos por que estar sentadas en el sofá todo el día sin poder movernos), el
bebé está acunado y recogido en un fular tomando la teta, relajado y la
mamá tiene las manos libres para poder comer, leer un libro, tender la
ropa o salir a pasear por el parque, acompañar a otras criaturas… el bebé está
calmado, a gusto en su portabebé.
NECESIDADES DEL RECIÉN NACIDO Y LA MUJER PUÉRPERA
¿Cuáles son las necesidades de un bebé recién nacido? ¿Y las de la mamá?
Los bebés recién nacidos, desde el primer momento de nacer,
y durante toda la infancia (a medida que va creciendo sus necesidades
van cambiando, un bebé de 12 meses quiere gatear, estar con otros
miembros de la familia jugando, que le canten canciones, montar torres
con piezas de madera…, debemos observar qué necesita nuestra criatura
2. Ser alimentado a demanda durante las 24 horas,
en el útero de su mamá el bebé recibe de forma constante alimento, a
través del cordón umbilical, así como oxígeno, sangre, hormonas
relajantes o estresantes según como esté el estado emocional de su
mamá). Debemos dar el pecho al bebé a demanda, esto significa que el
bebé pasa la mayor parte del tiempo pegado a la teta sobretodo las
primera semanas, es normal, debe estimular el pecho para garantizar la
producción de leche, la succión le relaja, le ayuda a dormir, a
destensionarse, es un acto natural, reflejo y saludable (muchos bebés maman más de 15-20 veces en un día, y es normal, siempre
que no nos duela, ni tengamos grietas, si el bebé está a gusto y va
haciendo pipis y cacas…
3. Ser portado, un bebé
colgado en un fular está como en la barriga de mamá, está en casa, está
tranquilo, cerca de la teta y del corazón rítmico y relajante de su
madre. Criar a un hijo feliz es bien barato, solo se necesita un buen
portabebé ergonómico para llevarlo (el peso carga en la cadera y no
tenemos dolores de espalda, pues se reparte perfectamente si el
portabebé es ergonómico), de este modo la mamá tiene las dos manos
libres para hacer sus cosas.
4. Dormir con sus padres,
los bebés llegan al mundo de forma prematura, para nacer en las mismas
condiciones que nuestros parientes mamíferos deberíamos pasar unos 9
meses más en la panza, pero el gran crecimiento de nuestro desarrollado
cerebro nos obliga a nacer antes para poder pasar por el canal del parto
pero eso el bebé nace con los huesos del craneo aún “abiertos”, blandos
(fontanelas), los bebés en todas las culturas tradicionales de la faz
de la tierra duerman en familia, encontramos buenos ejemplos en Japón
(vean a Shin-Shan como duermen todos juntos) y África, varios estudios
han constado los beneficios de dormir con los hijos los 5 primeros años
de vida (Margot Sunderland), lo gratificante que es para los padres ver a
sus hijos dormir plácidamente en su cama.
5. Ser escuchado, tocado y atendido de forma amorosa,
los bebés tienen el sentido del tacto muy desarrollado, ya en la octava
semana de gestación el bebé siente con su primitiva piel, las caricias,
los masajes relajan al bebé y le ayudan a liberar tensiones, y a las
mamás les ayuda a vincularse con su retoño, hablar al bebé y escucharle,
no sus palabras si no sus gestos, sus miradas, los bebés nos comunican
como se sienten y que quieren si les miramos y estamos a su lado.
Una mamá recién parida necesita tranquilidad,
necesita de alguien que cocine y se ocupe de la casa, de alguien que
se ocupe de lavar y tender la ropa, el papá debe crear y proteger este
ambiente de paz, desconectando de vez en cuando el teléfono, organizando
las visitas, que sean pocas, que la mamá puede estar con el bebé,
estableciendo la lactancia… Cuando sintamos que es el momento de pasear, de caminar... nos colgamos
al bebé en el fular o portabebés, cerca de la teta por si quiere comer,
beber o dormir siendo conscientes que tenemos un
bebé pequeño al que poco debemos exponer a ruidos, luces y griterío…
TIPOS DE PORTABEBÉS
Hoy en día encontramos un gran surtido de
portabebés, algunos inspirados en portabebés tradicionales (tribus,
comunidades indígenas…) otros son más modernos y sofisticados como las
mochilas.
Os voy a describir un poco los portabebés
que podéis encontrar (todos son ergonómicos, respetan las fisiología
del bebé: espalda curvada, piernas flexionadas en forma de M, las
rodillas más altas que el culete, y sobretodo que pueden ir tomando la
teta)
- Fulares: telas de
entre 2,5 metros y 5,20 metros, pueden usarse desde el primer día de
nacimiento, también en prematuros, permiten llevar al bebé delante,
detrás, a la cadera, tumbado… hasta que niño y portador quieran, pues no
hay una limitación de peso en un buen fular. Hay mil formas diferentes
de anudarlos, son cómodos, requieren de práctica para colocarlo
correctamente.
Hay muchas marcas de fulares, y varios
tipos como los fulares elásticos, semi rígidos o semi elásticos, fulares
rígidos . Los fulares son tejidos preparados para soportar mucho peso,
normalmente elásticos en diagonal para un mejor ajuste. Los hay de
tejidos orgánicos, tintes ecológicos…
Los precios varían bastante de una marca a
otro (desde 39€ hasta… 150€ o más), la medida estándard serían unos
4,60 metros en los fulares rígidos o 5 metros en los elásticos, algunas
casas fabrican fulares de diferentes medidas y anchuras, aquí dependerá
el tamaño del portador, peso del bebé, nudos que queramos hacer, clima…
- Bandoleras: telas de unos 2-2,5 metros, se sujeta mediante dos anillas que nos permiten ajustar la tela, son las
llamadas “bandoleras tradicionales”, para
mí las que mejor se ajustan, puedes poner al bebé desde el primer día
tumbado, sentado delante, detrás o a la cadera.
Pueden usarse desde el nacimiento hasta
los 2-3 años, dependiendo del portador y lo que pueda aguantar cargando
el peso en un costado.
- Pouch: tela cosida por
ambos lados, normalmente van por tallas según la medida del portador,
ahora han hecho unos modelos que llevan unas hebillas para ajustarlos
como los Hotsling talla única. Pueden usarse con bebitos pequeños en
posición cuna, pero a bandolera es mucho más cómoda, pues puedes tensar
mejor la tela, el pouch es cómodo ya con bebés mayores que pueden ir
sentados a la cadera. Es muy rápido de poner y quitar, lo puedes llevar
doblado en el bolso! :)
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