En la actualidad vivimos una auténtica encrucijada en los
debates sobre cuidados. El derecho de cuidar de los nuestros, que es un
derecho muy raro, pues está atravesado por obligaciones morales,
sociales, políticas y de género de lo más variadas, queda sometido a
infinidad de líneas de interpretación. Complejidad que si cabe se
acentúa con especial relevancia en el terreno de la crianza.
La crianza es una atalaya privilegiada para observar y
analizar las relaciones de interdependencia que nos rodean. La
relaciones propias de vínculo “biológico”: el embarazo, el parto, la
lactancia; también las condiciones propias del sistema
administrativo-político: los papeleos, la seguridad social, el sistema
sanitario. Y siempre sobrevolando todo ello, los distintos saberes
aplicados: medicina, psicología, neurología, pedagogía que también se
unen al entorno social donde se juegan una buena parte de las batallas
de la crianza: la familia, la comunidad, los círculos de amistades, las
redes afectivas. Casi nada.
De repente en la crianza, incluso antes del parto, todos
estos planos y otros muchos entran en interrelación, poniendo en juego
múltiples posicionamientos sobre cada uno de ellos. Además todo ello se
produce en una extraña e inesperada reaparición de las dicotomías entre
el espacio público y el espacio privado. Lugares que en cierta medida se
habían estabilizado antes de la crianza se vuelven a recomponer. Así el
binomio público-privado aparece definido con nuevos matices y
complejidades.
Como consecuencia, cuando hablamos de modelos de crianza,
entran en liza, a veces de manera armónica y otras muchas de forma
conflictiva, todos estos planos de la realidad. De repente, los cuidados
y la interdependencia personal se convierten en un cruce de caminos
donde actúan factores estructurales y subjetivos, emocionales y
racionales, personales y políticos en un campo donde esas dicotomías
funcionan de manera simbiótica.
En el curso que aquí presentamos queremos abordar todas
estas cuestiones desde algunos de tres de los aspectos más debatibles de
las mismas. Por un lado, nos pararemos a reflexionar sobre la cuestión
de los cuidados y la interdependencia y por otro nos adentraremos en los
debates sobre modelos de crianza. Dos cuestiones que, una vez
abordadas, nos llevarán a profundizar en las dicotomías, las
solidaridades y las posibilidades que abre la crianza en los debates
sobre el espacio público y el espacio privado, también entre las fuertes
contradicciones y el reto que supone plantear la crianza entre lo
familiar y lo comunitario. Las preguntas serían ¿cómo articular modelos
de crianza que no releguen la misma al espacio de lo privado?¿cómo
atravesar lo común y las comunidades con la crianza?¿cómo se pueden
abordar los debates comunitarios en este ámbito? Y la pregunta crucial
¿qué significa políticamente y socialmente la construcción de una
crianza asumida colectivamente, comunitariamente?
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